Cuan dificil es poner pensamientos por escrito, sin que lo que intente decir se vea eclipsado por algun estilo en particular. Si esta cargado de metaforas es evasivo, si es directo es entonces brusco, si es sutil es indirecto, si es inusual es retorcido. ¿El posible que se deba a que nuestros pensamientos son irrepresentables? De alguna u otra manera nunca podran ser su espejo, ya sea por el temor a ser ridiculizados, o bien malnterpretados, o bien sometidos a un juicio que exceda por mucho la forma con la cual intento describirlos.
Supongo que no tengo muchas ganas de ahondar en ese sentimiento de autofrustraccion previa, ya que al estarlos escribiendo ahora mismo es discutible que ya esten siendo criticados. Gracias a Dios, la fisica no permite eso, y solo estan a merced de mis propias criticas. En tal caso, a medida que los escribo los destruyo, los defiendo y los disfrazo.... no hay nada que hacer con ello, es cuestion de acostumbramiento.
Como primero cita a este blog que no tiene otra razon de ser mas que mi propia vanidad cibernetica, y la necesidad de probar un medio de difusion diferente (¿¿difusion de que??), habia decidido copiar unos fragmentos de una carta que escribe Eloisa a Abelardo, que me parecio sentida y triste por la identificacion de sentimientos parecidos. (Si, identificacion de sentimientos con una mujer que vivio en el siglo XI o XII)
Eso tambien me recuerda que deberia terminar de leer el libro, en lugar de detenerme a transcribirlo en un blogspot.
Intuyo que las hormonas romanticas de mi periodo mensual estan ejerciendo una influencia exagerada sobre mi sentimentalismo existente, pero disimulado, para que crea necesario escribir esto ahora:
"Decidme tan solo, si podeis, po ruqe, despues de vuestra comun entrada en religion, que vos solo decidisteis, cai en tal abandono y olvido que no tengo ni tu presencia ni tu palabra para fortalecer mi valor, ni ninguna carta tuya para consolar tu ausencia. Decidmelo, lo repito, si podeis, o sere yo la que diga lo que pienso y lo que esta en boca de todo el mundo. Fue la concupiscencia mas bien que la ternura lo que os unio a mi, fue el ardor de los sentidos mas bien que el amor y por ello, una vez que vuestros deseos se han apagado, todas las demostracionies de amor que os inspiraban se han desvanecido con ellos.
Considerad, os lo suplico, lo que os pregunto, es tan poca cosa, es cosa tan facil, aunque me vea privada de vuestra presencia, que la ternura de vuestro lenguaje me devuelva por lo menos la dulzura de vuestra imagen"
